
De evolución
de evolución.
Por: Anckla
Qué respuesta al quedar sin palabras, excepto la mirada desmesurada del ahogado que no cree que su tabla lo sumerge sin remedio. La resignación fallida de quien lucha con el cabo después de saltar y sentir el tirón del lazo sin que le rompa la nuca.
Sentir la amenaza fría del metal alrededor de las muñecas, y el lento pasar de los años enjaulado, o en una caja si te arriesgas al plomazo para subsistir.
¿Cómo rebatir el sinsentido de cambiar lo que va tarde al cambio? En el preciso momento del devenir de la historia y el mismo concepto base, de traicionero te acusa cuando se exprime la raza de hombres por hombres vestidos con telas de hombreras graduadas, solapas recargadas y de pechos con medallas. No se responde con palabras lo que te sentencia al silencio. Le ha llegado el momento al isleño: ocuparse de evolución.
Qué respuesta al quedar sin palabras, excepto la mirada desmesurada del ahogado que no cree que su tabla lo sumerge sin remedio. La resignación fallida de quien lucha con el cabo después de saltar y sentir el tirón del lazo sin que le rompa la nuca.
Sentir la amenaza fría del metal alrededor de las muñecas, y el lento pasar de los años enjaulado, o en una caja si te arriesgas al plomazo para subsistir.
¿Cómo rebatir el sinsentido de cambiar lo que va tarde al cambio? En el preciso momento del devenir de la historia y el mismo concepto base, de traicionero te acusa cuando se exprime la raza de hombres por hombres vestidos con telas de hombreras graduadas, solapas recargadas y de pechos con medallas. No se responde con palabras lo que te sentencia al silencio. Le ha llegado el momento al isleño: ocuparse de evolución.